"Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una..."
GEORGE R.R. MARTIN, Danza de Dragones

martes, 31 de diciembre de 2013

Relato: LA SEÑORITA RACIONAL (II) (By Álex)

LA SEÑORITA RACIONAL (II)



Cat había sido ascendida solo tres días atrás. Ya tenía dieciséis años, por lo tanto los profesores internos habían decidido promocionarla y convertirla en la nueva aprendiz de asuntos externos. << Quién lo hubiera dicho. Yo, la señorita racional como nueva aprendiz de relaciones exteriores. No sé que se proponen pero haré bien mi trabajo>> En su nuevo trabajo debía coordinar visitas, ayudar a la organización de eventos y lo más difícil, entablar una buena relación con los nuevos alumnos para con el Centro. En los dos días que llevaba trabajando de manera oficial de momento, no había hecho nada mal, cumplía con los horarios e incluso disfrutaba de su trabajo. Hasta el momento solo le habían encargado la coordinación de visitas y llevar la agenda de la nueva jefa encargada de asuntos externos, Julliete. Había algo extraño en esa mujer, siempre rondaba alrededor suyo y preguntaba cómo le iba la vida. Cat decidió que solo era una mujer que pretendía ser simpática con ella aún siendo su jefa. A parte tenía otros problemas más relevantes con los que mediar. Ele seguía obsesionada con su plan de escape y ella cada vez tenía menos ganas de participar en él, incluso habían discutido un par de veces sobre el asunto. Dos días atrás, el mismo día en el que empezaba a trabajar, Ele había llegado corriendo a su habitación para contarle la bestialidad que había hecho; le contó toda la aventura que había llevado a cabo en la administración y para qué le había servido.

-          Ahora podremos obtener la información que necesitamos del exterior y cómo poder salir de aquí Cat, ¿ lo entiendes? Pronto seremos libres. Le había comentado entusiasmada Ele.
-          No entiendo porqué te has arriesgado tanto solo para encontrar una contraseña que no parece ayudar para nada a tú plan. No le encuentro la lógica… No le dio tiempo de acabar la frase, Ele estalló en un frenesí de ira.
-          ¿AHORA ES MI PLAN? ¡Cat tú estabas de acuerdo con llevarlo a cabo! ¿Qué pasa, ahora no quieres huir? Si por un momento te pararas a pensar en lo que significa esto para mí y pararas de buscar la lógica a todo. Ele realmente parecía dolida, pero su arrebato continuó - ¿Sabes qué? Realmente no sé porqué me esfuerzo tanto en algo que seguramente no se lleve a cabo. A veces pienso que mi único apoyo es Pequemiau Cat. Y es un gato. Realmente estaba dolida, no había marcha atrás.
-          Ele, yo…
-          Si vas a decir algo que me termine de destruir no lo hables, me marcharé y punto.
-          Solo quiero que comprendas esto, yo no tengo nada y a nadie con quien ir fuera de este Centro. Una vez fuera, me volveré a sentir tal y como me sentía nada más llegar a aquí. Por una vez, Cat había hablado con el alma y había apartado la lógica por un momento. No fue suficiente.
-          No lo entiendes ¿verdad? Ninguno de nosotros aparentemente tenemos nada fuera… pero hay algo que sí tenemos. Nos tenemos a nosotros pero parece que no significa nada para ti. Acto seguido, comenzó a llorar.
-          Ele, yo… lo siento. Intentó establecer contacto corporal para poder mitigar la tristeza de Ele pero…ya era tarde.

Ele se apartó de ella, y se dispuso a marcharse dolida y llorando. Pero antes, sacó de su bolsillo un papel doblado. Cuando Cat vio lo que era incluso sintió lástima, nunca pena. Ponía lo siguiente:

PARA MIS GRANDES COMPAÑEROS DE BATALLA, OS HAGO ENTREGA DE UNA INVITACIÓN A LA GRAN FIESTA DE INAUGURACIÓN DEL NUEVO ABREVADERO DE LAS ALMAS. HOY A LAS 20:00H, YA SABÉIS DONDE.

El papel estaba decorado con bellos estampados y las letras tenían un bello formato. Cat entonces comprendió que no se celebraría y que algo se había roto. Lo peor era que no tenía ningún apoyo. Sus compañeras de apartamento estaban preparando sus últimos exámenes y Jandro no tenía suficiente tiempo para estar con ella entre los exámenes, las prácticas, los castigos y Trevor, claro. Algún día tendría que tener una charla con Trevor sobre el porqué de tanta absorción, se llevaban muy bien pero no entendía algunas miradas o gestos que dirigía Trevor a Jandro. Lo único que sabía es que Jandro disfrutaba de su compañía y, en parte, agradecía que tuviera contento a su gran amigo.

Igualmente no quería pensar en sus problemas, era su primera guía turística en el Centro y debía mostrar la mejor sonrisa según Julliete. Según su encargada, la gruñona Lemore, con que hiciera una buena guía le ponía su “puta estrellita” en sus notas y las dos contentas. Realmente estaba emocionada, no sabía por qué, pero lo estaba.

Eran las once menos veinte y los recién llegados llegarían a las doce. Su tour era básico, por supuesto, era aprendiz. Solo debía enseñar lo básico, valga la redundancia. En una hora debía mostrar las dos alas laterales muy por encima, y centrase en el ala principal. El ala principal era otra cosa, tendría que enseñar la sala de administración, las distintas clases, el pabellón deportivo, la secretaría del centro, los despachos de los jefazos y por último la gran torre de la Biblioteca. No tendría problema había organizado todo, y lo que ella organizaba nunca fallaba. El día anterior ya había organizado toda la visita e incluso había pedido información sobre los recién llegados. Quería que su primera guía fuera un éxito, y lo conseguiría. Conseguir los horarios idóneos para las visitas no fue difícil, pero la información de los recién llegados fue otra cosa. Incluso había llegado a hablar con Julliete para conseguirlo.

-          Disculpe, mi señora. Me agradaría poder disponer de la información de los recién llegados para así conseguir una mayor eficiencia. Había dicho cortésmente, una vez le había dado paso a entrar en su despacho y se había sentado.
El despacho era simple, pero por algún motivo esa simplicidad le encantaba. Todo ordenado, todo limpio y organizado y los colores del despacho hacían sentir tranquilidad. Los muebles eran modernos y de gamas de color grises, blancas y negras, le encantaba. Era amplio, aunque no estaba cargado de trastos, simplemente lo justo. Por lo que sabía Cat, Julliete debía ser importante porque tenía un despacho lujoso con terraza con vistas al horizonte del acantilado y ventanas. Estaba situado en una de las torres centrales, la Torre de la Moneda y en la parte más alta << Vaya, si está en la parte más alta. Me ha costado subir al despacho una barbaridad y como es medio castillo medio edificio no posee grandes instalaciones>>. El Centro tenía tres Torres centrales, una más alta que otra y todas en el ala principal. La más alta era la Torre del Centro, la siguiente era la Torre de la Moneda y la última la Torre del Maestro. Por lo que sabía Cat, cada una estaba dominada por los profesionales de cada sector. La Torre del Centro, los jefazos; la Torre de la Moneda, los profesionales de finanzas, administración y relaciones sociales; y por último la Torre del Maestro, donde estaban los maestros. Todas ellas comunicadas entre sí, mediante puentes cubiertos estilo medieval. El Centro era medio castillo medieval medio edificio moderno pero algunos accesos eran realmente medievales. Los puentes cubiertos, cobertizos, salas de reunión y algunas clases. Por otra parte poseía grandes instalaciones tecnológicas, la Sala de Entrenamiento, el Pabellón Deportivo… y por no decir todos los recursos de comunicación y sociabilidad.
-          Por favor, bastante con que sea mitad castillo cómo para hablar de manera cortesana. Jajajaja. Rió con ganas, pero notaba cierta melancolía en sus palabras, pero eso siempre pasaba cuando estaban juntas.
-          De acuerdo Señorita Julliete.
-          Eso está mejor. En cuanto a lo que me has pedido no sé si está permitido, seguro que no pero bueno…
-          Simplemente es para… No llegó a acabar la frase, Julliete levantó una mano en señal de que parara
-            Sí, te entiendo Cat. El nombre lo decía de una manera tan solemne que daba miedo – El caso es que no te preocupes, si tú no difundes por ahí lo que leas aquí no pasa nada, haré la vista gorda
-          Muchísimas gracias. Yo… se lo agradezco enormemente. Realmente estaba entusiamada.
-          Te lo agradezco yo a ti, por parecerte tanto a mí. Otra vez aquella melancolía.
-          Supongo… que gracias.
-          Puedes retirarte, he de cumplir con mis menesteres. Se giró en su silla rápidamente, pero no lo suficientemente rápido para que Cat no viera caer una lágrima.
Concluyó que debía marcharse después de esa reacción. Algún día hablaría con ella largo y tendido, como amigas y compañeras en la vida. Por alguna razón aquella mujer le caía muy bien y no sabía por qué.

<<A lo mejor Ele lo sabría, yo soy demasiado lógica, La Señorita Racional>> Sonrió por el pensamiento que había tenido y revisó por enésima vez los informes de los futuros recién llegados. Por suerte habían dividido el grupo en tres partes. En principio eran dieciocho y a ella le tocaban seis de ellos. Empezó repasar el informe.

Nombre: Vareon                                                                                   Nombre: Marcia
Apellido: Ghiscaro                                                                              Apellido: Larenze
Género: M                                                                                                         Género: F
Edad: 9                                                                                                                Edad: 10
Nacionalidad: Floriano                                                               Nacionalidad: Bellaria
Lugar de procedencia: Flora                                         Lugar de Procedencia: Venizi
Habilidades: Luchador, estratega                                                     Habilidades: Arte
Departamento adscrito: Milicia                     Departamento adscrito: Artes y Diseño

Nombre: Virlomi                                                                                     Nombre: Aerys
Apellido: Sharma                                                                                 Apellido: no-data
*Familia: Dinastía Sharma                                                                            Género: M
Género: F                                                                                                            Edad: 14
Edad: 15                                                                                Nacionalidad:  Libertoshi’i
Nacionalidad: Indashi’i                                             Lugar de Procedencia: Liberto’s
Lugar de Procedencia: Dhelir                             Habilidades: agricultura, topografía
Habilidades: medicina                                  Departamento(s) adscrito(s): Topografía
Departamento adscrito: Medicina, tutor Jandro

Nombre: Brandon                                                                                 Nombre: Esthela
Apellido: Blount                                                                                   Apellido: no-data
Género: M                                                                                                         Género: F
Edad: 21                                                                                                              Edad: 25
Nacionalidad: Yuzcario (trabajador)         Nacionalidad: Tolleri’i (esclava/tachado)

En las fichas que le habían entregado faltaba mucha información y había algunas cosas tachadas pero aún así a Cat le valía para su trabajo. Le había sorprendido mucho saber que la tal Virlomi se convertiría en aprendiz de Jandro. Eso significaba dos cosas, Jandro había ascendido y que ahora sería profesor tutor. También le había sorprendido las nacionalidades, no había ninguna igual y tampoco conocía ninguna. En el Centro solo enseñaban cultura antigua de Antes del Héroe, cuando aún existían los continentes, países y demás. Por lo que sabía ella, todo lo había averiguado recientemente, el mundo actual se basaba en unas cuantas repúblicas, reinos o territorios independientes y alguna que otra monarquía. No sabía nada más.


Ya no quedaba nada, eran las doce y los nuevos ya estaban atravesando las puertas. La visita ya iba a empezar. Se dirigió hacia los nuevos guiados por un guardia del Centro, Rhael, el más simpático de todos. Llegó a donde estaban ellos, respiró hondo y dio un paso adelante. <<Es el momento, bienvenidos al infierno que os debo camuflar>>

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