"Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una..."
GEORGE R.R. MARTIN, Danza de Dragones

lunes, 11 de noviembre de 2013

Relato: EL APRENDIZ PRÓDIGO (I) ( by Álex)

EL APRENDIZ PRÓDIGO (I)

Hacía media hora que Jandro había acabado la práctica de anatomía del cuerpo humano y diez minutos desde que había acabado el descanso, pero Jandro seguía pululando por los pasillos del Centro sin saber qué hacer. Llevaba en el Centro casi toda su vida ya que desde que era niño lo llevaron para que empezara sus estudios como aprendiz de médico. A la edad de seis años ya tenía un talento natural para el diagnóstico de enfermedades y su respectiva prevención, por este motivo, según le habían contado, le integraron en un proyecto de recolección de jóvenes talentos. Así pues, Jandro no conocía otro lugar que no fuera el Centro ya que desde su integración en el proyecto no se le había permitido la salida del recinto. Nunca llegó a saber el motivo de a qué era debido esa prohibición, que no sólo había recaído en él sino en todos los demás estudiantes del Centro. Tampoco le importaba dado que Jandro es un joven adolescente con grandes actitudes que debía explotar al máximo sus capacidades, o eso ponía en el parte de descripción de individuo colgado en su identificación.  

El Centro está estructurado en tres grandes alas: el ala principal estaba constituida por todas las clases, laboratorios, bibliotecas y salas de estudios; las dos alas restantes estaban situadas a cada lado del recinto principal y en cada ala se encontraban las habitaciones de los integrantes del proyecto. Cada habitación está compuesta por tres personas o como lo denominan los “jefazos”, individuos. Cada individuo tiene su respectiva identificación en la que se marca el nombre y apellidos, la edad y los estudios que cursa el alumno. Jandro ya estaba harto de cada mañana ponerse la identificación antes de salir de su habitación cada mañana, puesto que era necesaria para acceder a las clases y el resto de salas.

No había asistido a la siguiente clase porque los “jefazos” le concedieron un permiso de ausencia por méritos adquiridos. Realmente Jandro lo consideraba innecesario ya que si él no quisiera asistir a clase no tendría porque ir, sabía que de todos modos seguiría sacando excelentes y condecoraciones aún sin esforzarse.

Ya no sabía qué hacer, no sabía si ir a su habitación, irse a la biblioteca principal a abstraerse un poco del mundo terrenal o seguir haciendo lo que estaba haciendo, dar vueltas alrededor de un pasillo cual pato gira en torno a su mamá pato. Al final se decantó por la segunda opción y comenzó su camino hacia la biblioteca.
Mientras se dirigía hacia la biblioteca se encontró con tres desconocidos, los cuales parecía que habían decidido saltarse las clases y no parecían de buen humor. Pasaba directamente obviándolos cuando, sin quererlo prácticamente, realizó su análisis clínico avanzado. Comenzó su análisis:

<<El chico más alto de todos ellos presenta una tez pálida y una infección subdesarrollada en una de las comisuras de sus labios, puesto que no presenta ningún síntoma claro de problemas bucales determino que es un herpes>> Se regocijó pensando en que su análisis sería correcto y siguió con el siguiente caso. << La única chica entre los tres no presentaba ningún síntoma pertinente de alguna aflicción pero fijándome en sus uñas determino que seguramente tendrá un problema de anemia y además la manera en que respira denota un principio de alergia sintomático derivado del asma, tan típico de la primavera>> Cuando acabó este segundo análisis ya empezaba a pensar que estaba desvariando pero decidió acabar lo que había empezado y determinó su último diagnóstico. <<El único que queda es un chico más o menos de mi misma altura que, curiosamente, presenta la misma infección producida por un herpes en una de sus comisuras labiales que la del otro chico>> Este caso le hizo reír dado que había descubierto algo que mucha gente no descubriría tan rápidamente.

Finalmente llegó a la biblioteca y se sentó en su territorio favorito: novela épica. No había nada más a Jandro, respecto a la lectura, que una buena novela épica. Cogió uno de sus libros favoritos titulado La Edad de Los Héroes del famoso escritor Dante Calbano y comenzó a leer.
Cuando se quiso dar cuenta ya había pasado el tiempo de permiso y seguramente llegaría tarde a  la práctica de laboratorio así que decidió marcharse a su habitación y aprovechar sus últimas horas del día charlando con Cat y Ele, sus mejores amigas y por las que sentía gran aprecio.

Llegó a la habitación y cuando quiso entrar encontró una notificación en el videomisor que le mandaba urgentemente al despacho de Mundo, el subdirector del Centro. Mientras maldecía su pésima suerte caminaba hacía el despacho del subdirector y cuando estuvo frente a la puerta, se abrió de golpe y una Ele salió llorando sin dar tiempo a Jandro ni siquiera de preguntar. Acto seguido Mundo mandó pasar a Jandro. Mundo era un adulto de unos treinta años, alto, de piel morena y con el pelo corto. Siempre iba bien arreglado y presentaba esa sonrisa que parecía ocultar algo siniestro. Jandro nunca había podido realizar un análisis preciso de Mundo sin saber porqué y por ello no le gustaba como persona, siempre parecía ocultar algo…como el resto de los “jefazos”.

Mientras por enésima vez, Jandro intentaba descifrar su rostro Mundo preguntó en tono airado:
-         - ¿Cómo se te ocurre faltar a la práctica final de laboratorio? -
-         - Mmm… ¡Qué directo! No digo que tenga que hacer un festín por mi presencia… pero, ¿un “buenas tardes, Jandro” costaba tanto?- respondió Jandro con un toque de humor satírico para quitar hierro al asunto.
-          -Te he hecho una pregunta, y quiero que la contestes.- Definitivamente Jandro comprendió que no era día para hacer bromas.
      -Simplemente se me olvidó.- Ya en un tono más formal respondió Jandro.
-         -¿Simplemente sabes que te podemos expulsar por esto?- Espetó Mundo en tono hiriente.
-         - No lo haríais, y en caso de que lo hicierais no podríais encontrar a otro aprendiz prodigio como yo…
-         - Más bien un aprendiz pródigo, ya que malgastas todo aquello que te ofrecemos… algún día te darás cuenta de todo lo que hemos invertido en ti y te sentirás como lo que eres…no como lo que te crees que eres, niño estúpido-
-         - Le juro que no tenía intenciones directas de faltar a la práctica, pero creo que es innecesario este aluvión de insultos hacia mi persona.., además, no creo que haya faltado a tantas prácticas…- no llegó a acabar la frase.
-        -  Ciento diecisiete prácticas en tres meses… ¡creo que ya es hora de que las recuperes!- Gritó colérico -Mundo, nunca le había visto así…seguro que era a causa de Ele.
-        -  Pero…no me hacen falta…- intentó excusarse
-         - Lo sé, pero o todos moros o todos cristianos, pagarás igual que el resto el castigo y la sanción pertinente. A partir de ahora, te quedarás desde el fin de turno de tus clases hasta la hora de dormir completando todas las prácticas que llevas acumuladas.- Todo esto lo dijo con un toque de superioridad en la voz.
-          -¿Cuándo empiezo?- Se dio cuenta de que no podía ganar esa batalla y se vio obligado a resignarse.
-          -Ahora mismo, en unos momentos recibirás un mensaje en tu videomisor que te indicará tus turnos y clases.
-         - De acuerdo, tenga una buena tarde señor.
-          -Igualmente, Jandro- Ya volvía a tener esa sonrisa siniestra otra vez, pero esta vez con un atisbo de superioridad.
Dicho esto salió por la puerta y acto seguido recibió el mensaje que flotaba en la pantalla de su videomisor:

SALA 12: LABORATORIO CLÍNICO 2 HORAS HASTA CIERRE SALA.

Abatido comenzó el trayecto hacia la sala 12 donde le esperaba un arduo y aburrido trabajo.
Una vez había finalizado el trabajo salió de Su Prisión, como había decidido llamar a la sala, y se encaminó hacia su habitación ya sin ganas de hablar con alguien y con una creciente necesidad de sueño. Llegó a la habitación, sus compañeros ya dormían Trevor como si fuera un mono con problemas psíquicos y Booker, siempre tan correcto hasta cuando dormía. Se tiró encima de la cama y rápidamente comenzó a dormir.

Se despertó a las 6:00h una hora antes de la primera clase. Miró el videomisor y el mensaje que flotaba por la pantalla, le hizo sacar una sonrisa:

ATENCIÓN, ALERTA : BROTE DE ALERGIA RELACIONADA CON LA ÉPOCA DEL AÑO; 1 CASO REGISTRADO DE ASMA


Había vuelto a acertar, como siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario