EL APRENDIZ
PRÓDIGO (II)
-
¿Cree que es conveniente darles tanto margen de ventaja?
-
Realmente me da igual y usted debería pensar lo mismo
dado que el Centro los controla en todo momento… sólo una vez casi lo
consiguieron aquellos individuos, pero como ya sabrá al final acabamos ganando
nosotros. Como siempre.
-
De acuerdo pero sigo pensando que deberíamos tenerles más
vigilados dado que son un trío excepcional y si sólo supieran de lo que son
capaces…
-
Exactamente estamos llevando a cabo este plan con ese
objetivo Señorita Descartes…
-
Le he dicho mil veces que no use mi verdadero apellido…
para ellos sólo soy la profesora Julliet, y le puedo asegurar que no es nada
fácil espiar y hacer estudios sobre tu propio descendiente Señor Grace.
-
Es cuestión de acostumbrarse… y de momento lo está
haciendo bastante bien
-
Nos estamos desviando del tema… lo importante es que creo
que en cualquier momento nos sorprenderán con alguna artimaña y lograrán su
objetivo.
-
No sea tan pesimista. Están continuamente motorizados y
en todo momento sabemos cuáles son sus planes; además como ya sabe… el Centro
siempre gana o ellos mueren.
-
Oh! Es usted un hombre demasiado presuntuoso y siniestro…
me gusta
-
Entonces demuéstrelo…
Por fin había acabado sus horas de castigo diarias, al
menos de aquel día…
Salió
ya cansado hacia su habitación cuando se le ocurrió mirar el videomisor, dónde
en la pantalla refulgía un mensaje tal que así:
CONVOCADA UNA REUNIÓN DE URGENCIA, TE NECESITO JANDRO
Él sabía que cuando Ele le
necesitaba es que había algún problema de por medio pero por su código de mejor
amigo, como cuantas veces le había repetido Ele, era acudir rápidamente a la
llamada de urgencia sin importar nada más. Pero antes creía necesario ir a su
habitación para asearse, Ele podía
esperar… su higiene personal no. Así que empezó su recorrido hacia su
habitación, al menos estaba cerca pensó. Mandó un mensaje para avisar de su
tardanza y rápidamente se dirigió a asearse.
Mientras caminaba pensaba en
qué demonios podría haber pasado para convocar una reunión de urgencia. Sabía
que Ele, últimamente acudía demasiado a menudo al despacho del subdirector y
que las otras veces que las había convocado era por alguna maquinación contra
el Centro o cualquier cosa que estuviera relacionada. Realmente pensó que era
un mal día para la reunión, Jandro estaba exhausto y eran uno de sus mejores días.
Se cumplían diez años desde que no había vuelto a ver a su querida hermana ni a
su madre. En este periodo de tiempo Jandro prefería estar solo antes que acompañado
aunque Cat y Ele fueran un gran apoyo junto con sus demás conocidos. Muchas veces
Jandro para quitar hierro al asunto se burlaba del aniverario denominándolo el aniversario
de “llevardiezañosseparados” y así aunque
seguía sintiéndose mal, hacía ver a su gente que tampoco sufría tanto.
Finalmente llegó a la puerta de
su habitación mini-apartamento, abrió la puerta y se llevó una gran sorpresa… para
variar todo estaba ordenado y limpio; incluso el rincón de Trevor y Booker con sus
respectivas literas. La habitación era como un apartamento bastante simple: en un
rincón del apartamento donde se encontraba una litera con dos camas, Trevor dormía
en la de abajo y Booker en la de arriba; Jandro dormía en la cama individual junto
a la ventana, en la parte más cercana a la terraza y de la salita. El apartamento
igualmente, era bastante amplio teniendo así dos escritorios y una terraza bastante
amplia. Cada rincón del apartamento estaba decorado con las cosas que les gustaban.
El rincón de Trevor repleto de posters de distintos deportes junto con todas sus
medallas, trofeos y condecoraciones; su favorito era la natación. El rincón de Booker
tenía una estantería con figuritas de acción y diversos juegos junto con largas
colecciones de anime y manga. Y el de Jandro se componía de dos estanterías contiguas
junto a su escritorio personal donde se encontraban todas sus novelas y series favoritas.
Cuando les asignaron su habitación de adolescentes a la edad de catorce fue cuando
se conocieron; era un grupo bastante variopinto… un deportista de élite, un friki
de los videojuegos y Jandro, un futuro genio de la Medicina. Pero aún con sus diferencias
siempre se habían llevado bien. Sobretodo Trevor y Jandro, Booker siempre había
ido más a su rollo pero igualmente se llevaban bien. Al pensar en Trevor recordó
porqué estaba tan limpia y ordenada la salita… aquel día tocaba maratón de películas
de acción con Trevor. No sabía qué hacer; Trevor cada año por esas fechas organizaba
algo así para subir la moral de Jandro conociendo por lo que pasaba y ahora llegaría
el malévolo de Jandro y le diría que no iba a poder ser, que prefería irse con sus
amigas. Realmente se sintió horriblemente mal, pero esperaba que lo comprendiese.
Redactó una nota y se la dejó a Trevor en la mesita de la sala, al lado del conjunto
de pelis que había recolectado. La nota decía así:
Lo siento pero terriblemente no puedo quedarme a ver contigo
el maratón de películas, tengo que ir a junto de Ele a ayudarle con un asunto. Espero
que lo comprendas, mañana seguro que podremos hacer el maratón.
Saludos, Jandro
Acto seguido se metió en el cuarto
de baño y se desnudó para luego meterse en la ducha con agua fría que le ayudaba
a refrescarse tanto mentalmente como corporalmente. Y entró en trance, como cada
vez que se metía en la ducha y comenzaba a filosofar… Ya hacía diez años que no
veía a su hermana y realmente su mayor deseo era encontrarla y decirle cuán había
cambiado su vida y así contarse todas esas experiencias vividas, como hacían los
de la televisión. Además, el mero hecho de que su hermana y su madre estaban por
el mundo, le daba un motivo para luchar y seguir adelante.
Acabó la ducha se secó con la toalla
y salió con ella puesta del baño para recoger su ropa en su cómoda al lado de su
cama. Al salir del baño se encontró con Trevor. << Tierra trágame, por qué
demonios me pasan estas cosas a mí>> Sin disimulo saludó a Trevor y se encaminó
hacia su cómoda.
-
Jandro, no hace falta
que huyas… lo comprendo. Sé que hoy no puedes, ya será otro día. – Dijo Trevor en
un tono un poco hiriente. Su voz sorprendió tanto a Jandro que se le calló la toalla
y quedó totalmente desnudo.
-
Gracias por comprenderlo
Trevor, mañana te prometo que recuperamos el tiempo perdido de hoy…- Algo había
hecho mal, Trevor había puesto unos ojos como platos y parecía enfurecido por el
color rosado de sus mejillas. En un primer momento, no se había dado cuenta pero
su ojo clínico comenzó a activarse:
<< Tiene
los hombros caídos… esto significa abatimiento además su postura es un tanto rígida;
se siente incómodo. Parece cansado pero aparentemente no tiene ningún problema de
salud pero todavía no consigo descifrar esa mirada y esos mofletes tan colorados…
¿tan enfadado está?>> Se acercó a él corriendo y le dijo:
-
De verdad, que lo siento
pero no podía ser… no te enfades. No es para tanto.- Dijo Jandro inseguro. Acto
seguido le dio un abrazo amistoso, se marchó a recoger su toalla y a vestirse.
<< Se ha
quedado parado y con una mirada perdida… creo que esta vez le he hecho daño. No
tenía pensado esto… Espero que al menos me perdone>>
Una vez vestido, se arregló mínimamente
bien y se encaminó hacia la salida. Se despidió de Trevor pero estaba duchándose.
Mandó un mensaje a Ele diciéndole
que ya iba de camino, sólo había pasado media hora… tampoco llegaba tan tarde ¿no?
Jandro recordaba que a Ele una de las cosas que menos le gustaban era la impuntualidad
y deseó que no se lo tuviera en cuenta, igualmente aumentó su marcha. Sólo quedaban
dos horas para que apagaran las luces así que tendrían tiempo para hablar largo
y tendido. Recorrió los largos pasillos que comunicaban la ala 1 con la ala 2 y
cogió el ascensor hasta llegar al quinto piso. Durante su recorrido llegó a diagnosticar
dos casos leves de alergia, uno caso de catarro común, algún moretón causado por
algún golpe y poco más.
Finalmente llegó frente a la puerta
de la habitación de Ele y llamó a la puerta. La habitación de Ele era especial,
aparte de que tenía una personalidad notable también era bastante rústica en comparación
con el resto del edificio. Además tenía El
Abrevadero de las Almas que aparte de ser invención de Ele, pocos tenían una
habitación que comunicara con una parte del ático. Le abrió Cat, se saludaron y
ella le dijo que se encontraban en el Abrevadero
de las Almas dialogando sobre aquella urgencia tan repentina. Jandro atravesó
aquella habitación tan especial y llegó finalmente a su destino. Pequemiau no estaba,
aquel cabroncete le caía bastante bien y según lo que parecía era un gato bastante
inteligente.
-
Jandro, ponte cómodo…
hay bastantes temas de los que hablar.- Dijo Ele en un tono bastante satírico y
burlesco. Jandro se acomodó en su sofá-cojín favorito y comenzó la conversación.
-
De acuerdo; espero que
sea importante he dejado tirado a Trevor en nuestro apartamento y tenía planeado
un maratón de películas de acción…
-
Sí, sí que es importante.
Ele tiene otra vez uno de esos planes maquiavélicos contra el Centro.
-
No son tan maquiavélicos
pero… sí, ¡sí que tengo un plan!- Dijo Ele entusiasmada.
-
No otra vez no… Ele
realmente, ¿te rendirás algún día?- Dijo Jandro en un tono cansado y con desinterés.
-
No, ya os lo he dicho
y firmasteis un código de la amistad para crear este grupo y debemos apoyarnos…
¿Os lo tengo que recordar otra vez?
-
No, Señora.- Respondieron
al unísono Jandro y Cat. Acto seguido se empezaron a reír todos por la graciosa
situación.
-
Venga chicos, seriedad…-
Dijo Ele seria.
-
Me cuesta mucho oírte
diciendo eso Ele.- Dijo Cat aún riéndose.
-
Lo mismo digo.- Corroboró
Jandro.
-
Es que esta vez es serio…por
fin tenemos nuestra oportunidad para perpetrar nuestro plan. Explícaselo tú Cat,
creo que si lo explicas tú le dará credibilidad al plan.- Dijo Ele realmente seria.
Esta vez Jandro se fijó en su cara, se le notaba un determinismo que raras veces
había visto en la cara de Ele que le dio credibilidad de inmediato.
-
O.K. Empezaré por el
principio….- Cat contó a Jandro todo el asusnto del espionaje que les habían pedido
con todos los detalles posible y continuó explicando el plan:
-
Como ya habrás observado, se nos presenta una oportunidad clara
para poder fugarnos del Centro. Ahora tendremos acceso a un montón de información
clasificada que podremos usar en su contra y así escapar.-
-
Sí, lo había entendido.
Realmente es una gran oportunidad para poder usarla en nuestro favor, pero encuentro
que es demasiado raro que de repente os dejen actuar con vuestros métodos mientras
me espiáis. ¿Vosotras no?
-
Claro que sí, pero igualmente
el trío rebelde les puede ganar. Este es nuestro terreno y no el suyo, además tenemos
todas las de ganar… nos dejarán las claves de acceso y Cat podrá codificar todos
sus archivos y así saber qué pasó con aquel grupo.- Dijo Ele completamente convencida
de si argumento.
-
De acuerdo, Cat ¿estás
de acuerdo tú también?
-
Sí, creo que es una
buena oportunidad pero creo que necesitamos más motivación aparte de querer huir.
-
¿Quereis motivación?
Yo os daré motivación… este Centro no nos ha dejado ver el mundo exterior… llevamos
encerrados aquí desde que vinimos. Lo único que sabemos es que el Centro está en
la cima de una montaña, de no sabemos dónde. Por no hablar de que estoy segura de
qué queréis saber que pasó con vuestras familias ¿verdad?..- Y así continuó hasta
que los convenció definitivamente a base de su dialéctica capaz de vender arena
en el desierto.
Al
final del día Jandro ya no podía más… llegó exhausto justo antes de que pagaran
las luces a su habitación y se tiró a la cama para dormir. Se dio cuenta de que
tenía un nota pegada en la cama. Era de Trevor. Mañana, maratón de pelis ponía.
Esto hizo que Jandro se durmiera definitivamente, esta vez con un pretexto feliz:
por fin podrían huir del Centro y además tenía verdaderos amigos a su alrededor.
Además… estaba a 365 días menos de recuperar el tiempo perdido con su hermana. ¿O
no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario